Julieta Fierro: La ciencia brinda libertad a las mujeres
La reconocida astrónoma recuerda sus inicios en la física. Evoca que su primer acercamiento se dio de pequeña con unas enciclopedias que había en su casa, donde leyó sobre tecnología y ciencia. "Ahora le agradezco a mi papá que haya comprado esos libros".
Al preguntarle si tuvo obstáculos en su camino por la ciencia, Fierro responde que jamás fue discriminada por otras personas. No obstante, halló algunas dificultades en casa.
Su padre fue un médico militar que le encantaba la ciencia y su madre falleció cuando ella tenía 13 años. Además, tenía cuatro hermanos y dos de ellos eran pequeños (dos años y otro de once meses con síndrome de Down).
En ese momento, cambió radicalmente su vida. Narra que su papá se quedó viudo con tres hijos adolescentes y dos bebés. Entonces, él trató de convencer a su hermana y a ella que por ser mujeres debían cuidar a los más pequeños y olvidarse de los estudios.
"Cuando era niña fui malísima en todas las materias, salvo en matemáticas, y aunque en esa época había pocas mujeres estudiosas de la ciencia, supe que me dedicaría a esa área"
Desde muy pequeña, la astrónoma, física e investigadora mexicana Julieta Fierro Gossman tuvo la certeza de que se iba a dedicar a la ciencia. En el librero de su casa se encontraban enciclopedias con las que podía maravillarse sobre los grandes misterios del Universo, así fue su primer acercamiento a un mundo que, al día de hoy, no deja de sorprenderla.
Sin embargo, su camino, como el de muchas mujeres, no fue fácil. De acuerdo con el Sistema Nacional de Investigación (SNI) de México, de todos los científicos que conforman su padrón, sólo 37 por ciento son mujeres; además, sólo tres de cada 10 profesionistas eligieron carreras relacionadas con las ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas, conocidas también como STEM.
"Yo iba a un colegio francés, porque estaba cerca de la casa. Saqué cero en francés, pero 10 en matemáticas. Mi hermana, quien era más grande, me dijo que era muy lista, que estudiara Física, pero a mí no me gustaba mucho, al final, le hice caso", platica Fierro.
La científica mexicana Entre risas cuenta que tuvo una etapa de rebeldía terrible. "La escuela se convirtió en mi salvación y me aferré al conocimiento para escapar de casa".
Desde entonces, la ciencia la motivó para ser una mujer libre y buscar su felicidad. De hecho, ella opina que en la investigación no hay prejuicios de género, porque es una actividad que sólo busca respuestas. "Para ser científico o científica hay que ser libre".
Fierro Gossman apunta que en su camino pensó en estudiar matemáticas, pero su hermana le dijo que era muy "tontita" para esa materia, que mejor se dedicará a otra área como la física, aunque no le gustaba mucho la idea le hizo caso.
Al ingresar a la Facultad de Ciencias de la Máxima Casa de Estudios, recuerda que nunca tuvo dificultad, era dedicada y estudiaba los temas antes y después de clase para entender todo. Siempre tenía buenas calificaciones.
Desde el sillón de su departamento, rememora que alguna vez tuvo tropiezos por presumida al pensar que ya lo sabía todo. "Eso es lo peor que le puede pasar a uno, creer que sabe, porque en ese momento dejas de aprender".
¿Cómo se acercó a la astronomía?
De joven y al caminar por su facultad, Fierro Gossman se encontró con un anuncio donde se especificaba "Carrera de astrónomo", ella recuerda que el texto estaba equivocado porque no existe tal carrera, uno debe estudiar antes una licenciatura para especializarse después.
No obstante, recordó los libros de su casa con unas imágenes de galaxias que chocan y se dijo: "Eso debe ser fantástico". Así, se inscribió a materias optativas de astronomía y tomó clase con el reconocido investigador Manuel Peimbert.
Desde entonces le fascina la astronomía, "cuando la vida trae problemas difíciles y en ocasiones una se siente descorazonada, me acercó a la ciencia, veo revistas de divulgación y me sorprende tanto que se me olvida la desazón".
Sobre su amor por la astronomía refiere que se trata de una ciencia que invita a las demás ciencias. "Si uno se dedica a esta área necesita saber biología para entender la vida extraterrestre, de la química para conocer la evolución de las estrellas, además de la física y matemáticas para razonar sobre la vida del universo".
Fierro Gossman confiesa que en ocasiones siente desesperación cuando la astronomía no se divulga lo suficiente "porque pienso que las personas no se enteran que existen estas maravillas".
Julieta Fierro decidió rebelarse para ser científica. En ciencias, como en muchos aspectos de la vida en sociedad, las mujeres han sido relegadas a un lugar secundario, incluso, cuando su aporte es equivalente o superior al de sus colegas hombres.
En la actualidad, aún existen múltiples factores que frenan el desarrollo de las mujeres dentro de la ciencia, como la desigualdad económica, la cual conlleva a que menos personas accedan a carreras científicas.
La brecha salarial es menor en las carreras STEM, por cada 100 pesos que ingresan los hombres, las mujeres reciben 82 pesos en contraste con otras carreras donde las mujeres llegan a recibir 78 pesos, aunque sus responsabilidades sean las mismas.
"La oposición para que yo avanzara en el ámbito de las ciencias siempre fue social, nunca fue por la comunidad científica, en ningún país donde he viajado me han hecho menos. Me invitan, por ejemplo, al mundo árabe y siempre digo que sí, con todo gusto, ahí sí siento que los hombres son un poquito encimosos, por decirlo de manera sencilla, pero voy porque sé que se necesitan más mujeres científicas", narra.
Por ello, la divulgadora impera que es necesario que las mujeres luchen, aunque el propio sistema ponga frenos. Ejemplo de ello es la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, con la cual, Fierro admite no se está tomando en cuenta a las científicas.
Uno de los problemas que visualiza surge a partir de la cultura en México y por la falta de acciones cuando una mujer quiere ser madre y científica
"La nueva Ley de Ciencia decidió desdoblar el lenguaje, pero no hay ni una sola medida para facilitar que las mujeres sean científicas. Cuando una es joven y tiene que hacer una licenciatura, maestría, estancia posdoctoral y empezar a trabajar, algunas también quieren tener hijos, ¿por qué no se pueden tomar unos meses para estar en paz y disfrutar a su bebé?".
"Una alumna puede dejar a su bebé en la guardería, puede ir a amamantarlo, porque nosotras tenemos derecho a hacer todo lo que queramos, pero muchas renuncian a las carreras largas, pues quieren tener niños, renuncian a eso porque no hay becas y eso es una gran injusticia", opina.
Además, se suma el hecho de que actualmente hay pocas plazas en México para la comunidad científica, existe un déficit de investigadores e investigadoras: "La ley establece que todas las decisiones deben ser de manera popular, todos los científicos tienen voz, pero no voto", agrega.
Por un apoyo a la maternida
La investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM revela que hay problemas que tienen las mujeres, pero que la ciencia no ha resuelto, algo que ni siquiera los hombres tienen idea, no porque "sean malos", sino porque no se les ocurre.
"Por ejemplo, la prueba de cáncer de mama, si se las hicieran a los hombres en los testículos, ¿tú crees que no hubieran mejorado el sistema? No piensan que es importante, hay mil cosas que se pueden resolver con la ciencia y haría que todos estuviéramos felices. Necesitamos garantizar que se tenga apoyo en la maternidad y por desgracia en nuestra cultura, los hombres no están habituados a entrarle al quite.", reflexiona.
Y aunque Fierro considera que muchos proyectos en pro de la ciencia son una utopía, no deja de luchar y divulgarla para que más mujeres no echen de lado su sueño, pues la ciencia permite descubrir lo desconocido, ser libre y no dejar de soñar.
Parte de sus esfuerzos ha sido gracias a la colaboración con la Unesco, para que las y los jóvenes mexicanos tengan acceso a una educación gratuita e híbrida, es decir, de manera presencial y virtual.
"Cuando me entra la depre, leo un libro de matemáticas recreativas, veo que la mente humana es capaz de idear estas cosas y explicarlas de manera tan elegante y simplificada, dices 'qué maravilla' y se me va la tristeza. Si se dedican a la ciencia van a tener una vida a todo dar, se van a despertar contentas, con ganas de trabajar, desarrollar su curiosidad, inteligencia y se van a divertir", puntualiza Fierro Gossman.
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